Libro de Exodo Capitulo 16: 1-36
Estudio personal de la sagrada y poderosa
palabra de Dios
1- Mensaje de Dios para hoy:
La palabra de Dios es para cada día, pero yo soy quien decide qué cantidad quiero comer. (Ex 16:16).
2- Promesa de Dios para hoy:
Dios conoce mis debilidades, pero Él me ama y me hará fuerte para vencerlas. (Ex 16:8).
3- Mandamiento a obedecer:
El amor de Dios se manifiesta en todo momento, pero su gracia, solo cuando Él encuentra obediencia. Debo ser obediente. (Ex 16:28).
4- Aplicación personal:
Mi Dios atiende mis necesidades y esta propicio a bendecirme, como prueba de ello está este capítulo, donde encuentro a mi Dios, el gran Yo Soy, el eterno, el creador, sustentando a un pueblo que ama, pero ese pueblo parecía no haber entendido aun lo que significaba todo lo que en su entorno pasaba. Creo que es algo sumamente delicado el hecho de que Dios haga tantos milagros y señales y prodigios, y yo no entienda el mover de Dios, y en este capítulo veo un pueblo ya habituado a lo sobrenatural, tan habituados estaban que lo tomaban como si fuese natural. Porque no era que Dios estaba comenzando a hacer sus señales de amor y sustento a su pueblo, porque ya Dios tenia rato en eso. Mas, ese comportamiento sucede en ocasiones conmigo, cuando tengo tanto tiempo viendo el mover de Dios para mi vida, que discierno las cosas sobrenaturales, como si fuesen naturales, y son eso momentos o actitudes, que me evitan tener una real y profunda apreciación de lo que el padre de todas las cosas está haciendo en mi vida.
Me encuentro entonces en un punto donde tengo que detenerme a reflexionar y considerar, que es lo que debo hacer para realmente tener una relación de intimidad, agradecimiento y respeto con el Dios que amo. Y es en este mismo capítulo donde Dios me da exactamente el motivo por el que Él no se manifiesta con más poder en mi vida y en la de muchos otros hermanos y hermanas en Cristo, este motivo es: la desobediencia (Ex 16:28), esa misma actitud que le trajo como resultado a uno y sus seguidores, ser echado de la presencia de Dios para siempre.
Mas yo tengo que estar atento, muy atento, a qué actitud podría yo tomar en algún momento que pudiera manifestar desobediencia, y por ende, ser apartado de la presencia de Dios.
Un ejemplo muy bien expresado en este capítulo de cómo Dios ve mi obediencia a su palabra esta en escuchar y guardar las ordenanzas dadas a su Moisés, mi pastor, o sus ungidos para una ministración especifica. (Ex 16:27).
5- Texto Rhema:
(Ex 16:18)… y lo medían por gomer, y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer.
Nota: Cristo es el mana que cayó del cielo, yo soy quien decide que tanto quiero comer de su palabra. Ósea que mi alimentación espiritual no depende de la calidad de palabra que recibo, sino de la cantidad de ella que anhelo comer, más si quiero estar bien alimentado, debo aprender a discernir, la medida justa y necesaria según el anhelo en mi corazón de ella.
Hay palabras de Dios para cada día, mas, hay palabras que recojo hoy que serán para mañana, pero hay otras palabras que son eternas y esas están guardadas para un lugar santísimo. (Estas me dan más gozo) :-)