DEVOCIONAL: Sabado 12 Diciembre 2009



Libro de Exodo Capitulo 13:1-22
Estudio personal de la sagrada y poderosa
palabra de Dios


1- Mensaje de Dios para Hoy:

Día y noche camino en la presencia de Jehová (Ex 13: 21).



2- Promesa de Dios para hoy:

Las promesas de Dios se están cumpliendo en su tiempo señalado. (Ex 13: 5).



3- Mandamiento a obedecer:

Debo consagrar lo primero mejor que recibo de mi esfuerzo a Dios (Ex 13: 12).



4- Aplicación personal:

Llego el tiempo de que yo consagre a Jehová todo cuanto el me ha permitido tener y de frutos, no consagrar de palabra ni con dinero, sino con sacrificio y agradecimiento, esto es: toda primicia será consagrada a Jehová. Esto lo entiendo como un acto más de Dios de perpetuar su pacto conmigo, ya no por mano de uno de sus ungidos como Moisés, sino de mi mismo, porque ahora dependerá de mí y no de ningún otro hombre, conservar el pacto en las generaciones que vendrán después de mi, si yo rompo el pacto Dios me desecha.

Dios nunca me ha dejado solo, y hasta estos tiempos en mi vida es que comienzo a realmente entenderlo, justo después de ver a un Jehová deseoso de formar un pueblo con el conocimiento de su poder y lo que Él es capaz de hacer, cuando decide librarme, antes pensaba que lo peor de la aflicción de Israel pasó cuando salió de Egipto, pero ahora entiendo que no fue así, y por eso Dios tenía que seguir mostrándoles sus prodigios, para que aunque sus cuerpos cayeran en el desierto, sus espíritus se salvasen, gracias a los pactos que les daban garantía de que Dios no les desecharía.

El poder de un pacto, tiene sus bases en la eternidad, no en lo presente, no en lo pasado, ni en lo futuro, para un pacto no existen tales cosas, porque; solo cuando el pacto es con Dios, este es inmutable en el tiempo. Si yo no hubiese aceptado a Cristo en mi vida, no hubiera entrado en aquel pacto entre Dios y el hombre cuando Dios dijo “mata un cordero y marca el dintel y los dos postes con su sangre”. Gracia a esa sangre que marco mis tres estados de existencia como son: mi espíritu (dintel/arriba), mi alma (pilar/uno) y mi cuerpo (pilar/dos). Puedo estar confiado que todos mis errores podrían provocarme caer en algún momento, pero que gracias a que yo me mantenga en el pacto y luchando con esfuerzo por mantener firme mi fe, el pacto entre Dios y Cristo se activara a mi favor y Dios enviara su espíritu a guiarme hasta dejar lo débil morir en el desierto, y lo fuerte y joven, entrar en su reposo, aquel lugar donde fluyen el sustento, y la revelación.

Como columna de nube y columna de fuego, me siento un poco avergonzado conmigo mismo, esto es una gran manifestación de la voluntad de Dios. Que aunque la leí muchas veces en el pasado, es hasta hoy que puedo apreciarla, y me da vergüenza como hijo de Dios que teniendo así yo como mucha gente, la oportunidad de caminar confiados en que Dios me apoya y fortalece, aun mas, nos hace estar confortable, cómodos, seguros, etc. aun con todo, muchas veces pienso en cosas como estas “bueno ya paso X situación ahora puedo detener a disfrutar la tranquilidad” cuando en realidad Dios quiere que miremos arriba y veamos su columna de nubes, que hablan de su sombra, cobertura, y presencia, para que no olvide yo, que aunque todo parezca estar en calma, mi reposo no está en la calma aparente sino en el Dios omnipotente, que como señal de su presencia, siempre usa su creación. Pero, ¿qué sucede cuando llega una noche? (simbólicamente hablando) ¿cuando no veo bien lo que me rodea, y la fría soledad acompañada de un cansancio por lo que he caminado o atravesado?, y ¿esa “noche” me dice que aun nada a acabado? Aun en esos momentos de aparente oscuridad, Dios me dice “sigue viendo hacia arriba” porque es allí donde su presencia se manifiesta con más claridad, no con más poder, porque soy de los que piensa que el poder de Dios no se manifiesta con más o menos poder solo porque yo lo aprecie así. El siempre se manifiesta con poder, y es en esa confianza donde mi paz debe estar fundada, no en la luz de día o oscuridad de noche, sino en la luz que es consecuencia de la gloria de Dios, presente en mi vida, que aunque yo salga de una aflicción, este en un desierto, y valla a una tierra que fluya leche y miel, mi confianza no dependa de la situación por la que pase, sino que este firme en Jehová.



5- Texto Rhema:

(Ex 13:22) Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.

Nota: esto me habla no solo de la presencia de Dios, me habla de cómo Dios se manifiesta más claramente cuando atravieso una noche y pongo mi mirada en Él.




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