DEVOCIONAL: Domingo 14 Marzo 2010



Libro Numeros Capitulo 19: 1-22
Estudio personal de la sagrada y poderosa
Palabra de Dios



1- Mensaje de Dios para hoy:


Siempre que toco algo muerto, me contamina; por eso no puedo andar con personas sin Espíritu Santo en ellos.



2- Promesa de Dios para hoy:

Se termino el tiempo de la purificación en el que estaba inmundo, ahora son tiempos de ser limpio.



3- Mandamiento a obedecer:

Evitar tocar cosas muertas, vicios, adulterio, mentiras, prepotencia, etc.



4- Aplicación personal:

Dios conociendo la necesidad que tengo como pueblo suyo, de ser limpio, me pide hoy que considere aquel que una vez hizo expiación por mí, para que yo pudiese ser limpio, sin tener que ser yo quien sufriera la consecuencia de mis pecados. Por eso y más, cada vez que algún error cometo, sea consciente o inconscientemente, procuro reaccionar a mejor lo antes posible, para que el tiempo de mi purificación sea el poco y no el mucho.

En este capítulo encuentro un punto, en el que tengo la impresión de haber estado alguna vez en mi vida, o sino ya muchas ves, y es el punto que narra el verso (19: 12). Donde veo claramente que, si no se vivir el proceso, pues nunca saldré de él, o de sus etapas de desarrollo en mi persona.

Pero para poder obtener el entendimiento que me permitirá usar la sabiduría correctamente, antes necesito estar claro de cuál es el sacrificio específico que Dios me ha pedido. En este capítulo fue una “vaca alazana, perfecta, en la cual no haya falta”, pero para mí día después la resurrección y teniendo a Cristo como salvador eterno, ese sacrificio puede ser: mantenerme firme ante adversidades, ofrendar aun cuando el dinero que tengo este comprometido, callar cuando se dice algo que me alude que sea mentira, o aun esperar el tiempo correcto, y así tantas cosas que Dios necesita que yo ofrezca en sacrificio, vivo, no tomando ya mi esfuerzo como merecedor suficiente del efecto deseado, sino de saber, que es para Dios, y que es su voluntad la que yo busco, y no la mía.



5- Texto Rhema:

(Num 19:12) Al tercer día se purificará con aquella agua, y al séptimo día será limpio; y si al tercer día no se purificare, no será limpio al séptimo día.

Nota: al tercer Día Cristo resucitó, después de darme a beber el agua viva, y un séptimo día reposó Dios de sus obras, y yo entre en su reposo para reposar de las mías en Él, pero quien no viva su tercer día en Cristo y no entre en su reposo, no podrá ser limpio para reposar.

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