Libro de Exodo Capitulo 6:1-30
Estudio personal de la sagrada y poderosa
palabra de Dios
1- Mensaje de Dios para hoy:
Oídos no oyeron lo que Dios primero me dirá a mí. (Ex 6: 3).
2- Promesa de Dios para hoy:
Dios hoy redimirá con brazo extendido y gran juicio mi vida. (Ex 6: 6).
3- Mandamiento a obedecer:
Obedecer a lo que Dios mande hacer, sin argumentos, ni quejas, Él es Dios y nada hay difícil para Él. (Ex 6: 11-12).
4- Aplicación personal:
En temas de exhortación y motivación Dios continua moviéndose en estos capítulos, para hablar a mi vida, comienzo a desentrañar algo más intenso y profundo si puedo usar esa palabra, “profundo” (siempre he dicho que lo profundo para mí, podría ser orilla para otro). Mas viendo esta constante y repetitiva hasta ahora, actitud de Moisés, veo que a Dios no le agrada una persona que para todo tiene argumentos, que cada vez que Él le habla, esa persona saca un, hay pero esto, hay pero aquello, Dios es Dios, y tengo la firme convicción que es en ese tema donde Dios me está hablando, como diciéndome, escucha y obedece, no pongas tus argumentos entre, lo que yo quiero que hagas y tú en hacerlo.
Seré mas callado para quejarme, porque reconozco que muchas veces en el cerrar de mi boca, me estoy quejando, para mí (esto lo he comprobado), hay una boca que habla y no puede ser callada en mi, y esa es mi voz interior, mis prejuicios, mi desmotivación, mi apatía o peor aún, el no reconocer yo a causa de una duda, que Dios va a cumplir lo que dijo. Y todo esto sucede tan sutilmente que frecuentemente no lo noto, y son hasta fracciones de segundo que tomaron decisiones permanentes, que me apartarían del propósito de Dios. Mas desde este momento en adelante, estaré aun más atento a la palabra de Dios, comenzaré a escudriñarla más, no solo en estudiarla, porque muchas veces he visto personas expertas en el estudio de la palabra de Dios; Sino en extraer de ella su espíritu, su propósito, su motivo, su paz. Sé que esto no será fácil, pero desde hace tiempo encontré un lugar donde la difícil es fácil y lo imposible es posible, ese lugar es: la presencia de Dios.
Israel esclavo de Egipto, Moisés esclavo de su actitud, Faraón ciego, pero Dios se movía en medio de ellos, para liberar sus escogidos de la aflicción. Ellos sabían que Dios los libraría, mas yo se que Dios me libro.
5- Texto Rhema:
(Ex 6:30). Y Moisés respondió delante de Jehová: He aquí, yo soy torpe de labios; ¿cómo, pues, me ha de oír Faraón?
Nota: hoy digo “¿cómo se le ocurre a Moisés quejarse ante Dios, el gran YO SOY?”
Pero luego pienso “¿qué haría yo si aun no tuviera la revelación de Cristo en mí, ni el Espíritu Santo”?
Es mejor pensar de mi con cordura, conforme a la medida de fe que me fue entregada.