DEVOCIONAL: Viernes 6 Febrero 2010



Libro Levitico Capitulo 15: 1-33
Estudio personal de la sagrada y poderosa
Palabra de Dios
 
 
1- Mensaje de Dios para hoy:

Las situaciones intimas personales, contaminan el tabernáculo que está entre mi, y debo ser purificado.



2- Promesa de Dios para hoy:

Dios estará atento a mi conducta, para limpiarme de mis errores, a tiempo.



3- Mandamiento a obedecer:

Tener presente que hay cosas que aunque yo na las busque o desee, me pueden hacer inmundo.



4- Aplicación personal:

Continua mi señor y salvador, orientando y estableciendo, correcciones para que su pueblo Israel “yo” este irreprensible ante su presencia, porque yo se que frecuentemente vienen situaciones que contaminan mi senda, y aunque Dios sepa que yo no las busque, o si, el resultado de esas situaciones es el llamado a estar limpio. Más debo cuidarme mucho más aun de aquellas que me contaminan por siete días.

Visto desde mi razonamiento, comprendo entonces que; hay tres situaciones en las que debo ser purificado para estar limpio frente a la presencia de Dios, estas son:

a. Inmundicia involuntaria por situaciones fisiológicas:

Son esas que aluden por ejemplo a la mujer en su ciclo, y la apartaban por sus días, para purificarlas, o en el hombre, el flujo de semen. Pero hoy en estos tiempos donde la gracia de Dios nos ha alcanzado y se ha revelado en carne a nosotros, esas situaciones se fueron al plano espiritual, donde, por causa de la ausencia del conocimiento de Dios, muchas veces caemos en trampas puestas por el enemigo, y esto nos coloca en la no deseada situación de necesitar ser procesados para ser limpiados.

b. Inmundicia involuntaria por causa del contacto con objetos o personas inmundas:

En este punto me veo muchas veces sumergido, y la mayoría de veces que me veo, es porque ya tengo tiempo en él, y no me había dado cuenta. Hablo de las veces en que alguien cercano o no a mí, que está metido en un problema, viene y me cuenta, o comparte su apreciación del problema conmigo, y yo recibo esa información, en lugar de decir “discúlpame, no soy el indicado para orientarte”. Entiendo que para la mayoría de las veces, uno tiene palabra de Dios para compartir, pero hay excepciones en las que es necesario callar y darle paso a los llamados a corregir dichas situaciones.

Me preguntaba ¿qué hay de esas personas, creyentes o no, que viven por tiempo y tiempo, sumergidos en una actitud de inmundicia, pero se disciernen a ellos mismo como limpios? Dios me deja claro en este capítulo, así como en los anteriores, que no se trata de que yo me considere limpio, sino que si Él me ve inmundo, es porque lo estoy. Y es en este punto donde me encuentro, en la inevitable situación de vivir en plena comunión con Dios, sujetado a la autoridad de un sacerdote, y recibiendo la orientación de quien el sacerdote decida.

c. Inmundicia voluntaria por falta de templanza y convicción, debilidad o ignorancia:

Aquí es poco lo que falta por decir, pero me ha tocado, asumir inevitablemente consecuencias de actos propios, en los que para el tiempo de yo cometerlos, me consideraba en lo correcto, o esta frase asesina “yo tengo la razón”, pero Dios, dispuesto a formarme y fortalecerme en su espíritu, me mostró cuan equivocado estaba, y que mi ignorancia de su carácter, me llevo a ser víctima de mi ignorancia.



5- Texto Rhema:

(Lev 15:31) Así apartaréis de sus impurezas a los hijos de Israel, a fin de que no mueran por sus impurezas por haber contaminado mi tabernáculo que está entre ellos.

Nota: entre mi esta, un atrio, un lugar santo y un lugar santísimo. No tengo tiempo para buscar nada afuera.

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