Libro Levitico Capitulo 14: 1-57
Estudio personal de la sagrada y poderosa
Palabra de Dios
1- Mensaje de Dios para hoy:
El tabernáculo no solo significaba comunión con Dios y revelación, sino también enseñanza y sanidad para el pueblo de Dios.
2- Promesa de Dios para hoy:
Las leyes que yo obedezco me guardaran de andar en maldición.
3- Mandamiento a obedecer:
Debo reconocer que el cuerpo, lo material, y mi alma son vulnerables a la lepra y solo Dios me puede evitar esos malos momentos, si me mantengo en su presencia.
4- Aplicación personal:
Normalmente cuando escuchaba o leía, algo referente al tabernáculo de reunión, siempre fue desde la óptica de una persona que debe pasar por todo un proceso para llegar al lugar santísimo. Y eso está bien, pero no es todo, en este capítulo encuentro a un Dios que también obra fuera del tabernáculo, aunque esté hablando a sus ungidos dentro del tabernáculo. De hecho, es esa para mí, la razón principal por la que Dios ama, el estar en comunión con sus hijos; porque les puede prevenir o revelar una situación que pudiera ser fatal, si no me llega a mí como su hijo y pueblo, la solución a un problema, antes que este aparezca. Par así yo poder aplicar lo que aprendo en el tabernáculo, en mi casa y mi vida.
Es impresionante el detalle que Dios usa para exponerme una enfermedad que significaba andar en maldición en esos tiempos. Pero no es menos sorprendente, ver como Dios considera las posibilidades adquisitivas de cada miembro de su pueblo y según esas posibilidades, Dios tenía ya dispuesto la posible ofrenda que sería acepta por el bienestar del afectado.
Esto me trae la imagen de un padre, afectado porque sus hijos mueren mordidos por el pecado que les arroja al infierno mismo, y este padre debe ofrecer ofrenda para redimir o limpiar sus hijos de esa lepra llamada pecado, entonces no hallando alguien por encima de Él que recibiera la ofrenda, entonces se despojo de si, mientras aun era Él en sí mismo, y se hizo hombre para tomar más tarde forma de siervo, y ofrecerse Él mismo a Él mismo, por mi bienestar. Que grande mi Dios que no necesita nada que no esté dentro de Él, para resolver cualquier situación dentro de mí.
5- Texto Rhema:
(Lev 14:33) Habló también Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo:
Nota: esta conversación con Moisés y Aarón debió ser de un momento glorioso nunca antes vivido por hombre alguno, en el antiguo testamento, lo digo porque era Dios mismo hablando con amplitud y sin parábolas a sus hijos.
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