Libro Levitico Capitulo 22: 1-33
Estudio personal de la sagrada y poderosa
Palabra de Dios
1- Mensaje de Dios para hoy:
El Dios que santifica las ofrendas, y acepta lo perfecto como holocausto, ese es mi Dios, que me saco de tierra de aflicción.
2- Promesa de Dios para hoy:
Dios me proveerá para ofrecerle ofrendas excelentes, porque Él es excelente.
3- Mandamiento a obedecer:
Revisar bien las ofrendas que entrego para Dios, porque aun los defectos escondidos dañan mi ofrenda. (Lev 22: 23)
4- Aplicación personal:
Dios, Moisés, Aarón, los hijos de Aarón y el pueblo Israel, es el orden en el que Dios está tratando con su pueblo, diciéndome Dios en eso que: no puedo yo siendo pueblo, tomar decisiones que toma un sacerdote, y aun siendo sacerdote, debo estar sujeto a una autoridad sacerdotal. Esto me recuerda la enseñanza constante que mi apóstol me ha estado sembrando estos años de mi vida, y es que: si yo hablo de sujeción, ¿a quién me sujeto? O si hablo de que me obedezcan; ¿a quién obedezco?
Desde que comencé a aprender más de Moisés he tenido, la interrogante de: ¿si Moisés no era el sumo sacerdote, como entonces Dios era con él con quien le mandaba estatutos a Aarón?, entonces el texto de arriba me viene a ser también respuesta para esa interrogante. Dicho de otra forma: Dios hace como quiere, pero sea cual sea mi posición o desempeño en la casa de Dios, debo estar sujeto a una autoridad; y no hablo de la autoridad de Dios solamente, sino la de un hombre. Aarón entendió que su llamado al sacerdocio sucedía gracias a la comunión entre Moisés su hermano menor y Dios. Ahora ¿a qué hombre se sujetaba Moisés? Pues él debía estar también sujeto a Aarón, porque su relación con Dios no era para sentirse él más que nadie, sino para gloriarse solo, en que Dios le usaba para bendecir y guiar a su pueblo. Era algo así como una retroalimentación, entre Moisés y Aarón. Solo que a Dios le plació usar a Moisés.
En esto reposo tranquilo y confiado, en que sea cual sea mi posición en su reino, mi reposo esta en ser obediente, sujeto y leal; pero en su reino. Porque he visto mucha gente sujeta, obediente y leal hasta la muerte, pero a un cura, una imagen, un “santo” (el señor lo reprenda) y hasta a animales. Pero para ellos hay una esperanza, y es que Dios me está preparando para ministrarles, palabra de vida eterna en el nombre de Jesús.
5- Texto Rhema:
(Lev 22:31) Guardad, pues, mis mandamientos, y cumplidlos. Yo Jehová.
Nota: qué grande es Dios, que me exhorta a respetar sus mandamientos, porque no quiere que yo deje de recibir la abundante vida y autoridad que Él tiene para mí.
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