DEVOCIONAL: Martes 16 Febrero 2010



Libro Levitico Capitulo 25: 1-55
Estudio personal de la sagrada y poderosa
Palabra de Dios



1- Mensaje de Dios para hoy:

La tierra y su plenitud son de Jehová, yo soy su hijo y la tengo por heredad.



2- Promesa de Dios para hoy:

Dios cuidara de mis negocios, para que todo cuanto en ellos sucediere, sea para justa bendición, así mía como de mis hermanos.



3- Mandamiento a obedecer:

No tratar con dureza a mis hermanos. (25:36)



4- Aplicación personal:

Temas tocantes a la tierra y su cuidado, los negocios entre hermanos y extranjeros y la relación entre personas extranjeras y locales, son los tres temas principales que Dios trae para mi hoy, y según estos tiempos de estudios que he vivido, esto significa que Dios está moviendo ciertas cosas, para alinear a sus palabras a esos aspectos de mi vida, tanto personal, como ministerial o a su servicio, así como en el tema de mi profesión como empresario.

Mas esto debo procurar con dedicación y esfuerzo, entenderlo y apreciarlo para poder recibirlo y disfrutarlo, porque no puedo recibir bien lo que no entiendo bien; digo esto basado en las palabras que recibo de Dios a través de sus ungidos, y mi estudio y dedicación.

Sucede muy frecuentemente en mi día a día, que cuando veo un hermano en una situación en la que yo siento que puedo ayudar, lo primero que me viene a la mente es: ver cómo le ayudo, y esto me ha traído a la intención de ayudarles con mi esfuerzo y desinteresadamente de algún beneficio más que verles librados de esas situaciones que les afectaban negativamente.
Ahora, eso suena bien, pero es carne, netamente, y me ha provocado muchos “jalones de oreja” (hipotéticamente hablando), de mis apóstoles y lideres, porque no puedo yo querer ser mas bueno que Dios, (eso sucede siempre inconscientemente en muchos), porque si Dios tiene un propósito para con esas personas y yo me pretendo interponer entre ese propósito y ese hermano, entonces vengo a ser tropiezo y no ayuda, y es cuando llamo a mi vida maldición y no bendición, porque resultan ser muy pocas las veces en la que la ayuda dada, era solicitada por Dios.
Pero para que yo pueda estar en sintonía con la voluntad de Dios debo ante todo, estar en sintonía con la autoridad que Dios puso sobre mí, digo de mis apóstoles y lideres, porque yo no estoy llamado a hacer lo que quiero sino a hacer lo que estoy llamado a hacer, no lo que yo siento o pienso que debo hacer, para así dejar la carne sentimentalista, y meterme en el espíritu de Dios.

Basado en este capítulo, encuentro que Dios conociendo que hay unos astutos que quieren beneficio por su amor al dinero (un extremo), y hay otros que quieren ayudar solo porque les agrada (otro extremo), y Dios no busca personas que se muevan en extremos muy malos y muy buenos, para mí, Él busca personas que se muevan en espíritu y verdad, para eso estos versos, 25:15, 25:21, 25:35, así casi todos en este capítulo.

Dios ha establecido estatutos, que me evitaran tantos problemas, que desde hoy procurare aun mas, aplicarlos a mi vida, porque los estatutos de hombre son basados, en lo que el hombre ve y piensa, así también los de Dios; con la añadidura que Dios, todo lo ve, todo lo sabe, todo lo gobierna, todo lo sustenta, etc. “Él lo llena todo en todo” y me ama. Gloria sea a mi señor y Dios.




5- Texto Rhema:

(Lev 25:8) Y contarás siete semanas de años, siete veces siete años, de modo que los días de las siete semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años.

Nota: esto me puso la cabeza al revés. Porque Dios desde siempre ha pensado en un pentecostés glorioso. Porque es el año cincuenta, año de la santificación. Ahora en la ley se hablaba de años físicos, pero en Cristo, los años son en espíritu y fe. Ósea este es mi año pentecostés, y este año no habla de 365 días, habla de un año eterno no dependiente de días ni horas ni segundos. Vive Jehová.

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