Libro Levitico Capitulo 17: 1-16
Estudio personal de la sagrada y poderosa
Palabra de Dios
1- Mensaje de Dios para hoy:
La vida de la carne es la sangre. (Lev 17: 11)
2- Promesa de Dios para hoy:
Dios continuara hablándome, ya no para solo exhortarme, sino para llevar exhortación a otros.
3- Mandamiento a obedecer:
La sangre terrenal es inmunda, debo procurar valorar la celestial, que fue derramada por mi.
4- Aplicación personal:
Cuando traigo mis ofrendas a Dios, también traigo mi fe en ellas y adoración. Mas cuando en actitud de chistes o juegos con personas del mundo, y esos juegos son cochinos en su intención; entonces me contamino de eso, y aquello viene a ser como si presentara mis ofrendas a demonios o dioses falsos. Cosa que provoca que Dios ponga su rostro contra mí, y ande yo, separado del pueblo de Dios.
Reconocer esto no es fácil, porque he notado la tendencia en mi, y algunos hermanos, que cuando se habla de esto, tomamos la actitud como si “no es conmigo”, pero la realidad es que todo en algún momento, caemos de la gracia de Dios, y comenzamos a entrar en la gracia del enemigo,(muchas veces sin notarlo), mas gracias sea al señor por el privilegio de la oración, que me acerca a Dios y Él en su eterna misericordia, me limpia y da palabras que, espiritualmente, germinan dentro de mí, y destruyen toda intención maligna, y me devela lo malo que he dicho o hecho.
Pero… ¿qué hay de aquellos que muchas veces me pasan por un lado, que llevan una vida de ofrecer holocaustos extraños a demonios disfrazados de “imágenes” y están tan convencidos de su razón, que están ciegos en su entendimiento?
Para mí la respuesta está en que si yo no estoy afilado como espada de dos filos, y en las manos de mi señor Jesús; entonces al volver ellos a pasar a mi lado, no tendré cortante para destruir sus argumentos, mas vive Jehová, que tiempos de ignorancia pasaron de mi vida, y hoy tengo la palabra de Dios salpicando a todo quien se ponga a mi lado, y el enemigo huye, sin consuelo, porque las almas que Dios me coloca al lado, son para que yo les de palabra, y palabra de Dios.
5- Texto Rhema:
(Lev 17:8) “Les dirás también: Cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran entre vosotros, que ofreciere holocausto o sacrificio,”
Nota: Dios desde el principio nos ha estado diciendo, que lo que Él dice es para todo quien le quiera escuchar, pero que le obedezca sin dudar.
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