Libro de Genesis Capitulo 13:1-18
Estudio personal de la sagrada y poderosa
palabra de Dios
1- Mensaje de Dios para hoy:
No todo lo que se ve fértil y hermoso, es fácil de conquistar, solo hombres con una palabra de dios en sus vidas lo hacen. (Ge 13:10)
2- Promesa de Dios para hoy:
Dios no olvida sus promesas y para cumplirlas solo necesita que yo invoque su nombre en agradecimiento y sea yo un altar encendido hoy.
3- Mandamiento a obedecer:
Cuidado con los lugares que escoja para estar hoy, pueden estar llenos de maldad hacia Dios y por eso también hacia mí.
4- Aplicación personal:
Con tantos ejemplos y modelos a seguir de una vida de comunión con Dios, encuentro a Abram y Lot, como pilares de ejemplo y conducta para mi vida. No teniendo el propósito de imitar sus vidas sino aprender de sus actitudes entre uno y otro, y la relación que Abram tenía con Dios, llama mi atención el hecho que Abram cada vez que Jehová le hablaba, él hacia un altar e invocaba el nombre de Jehová. Dios hoy necesita muchos Abram; no que los necesite para sí mismo, sino para nosotros mismos, porque nos ama y quiere que seamos ejemplos de comunión con él, sin ver los errores de nadie, sino como Dios se complace al tener personas que le busquen y hablen y obedezcan la palabra de su poder.
Es en ese tema en el que hoy aplico este capítulo a mi vida, en ser uno que hace altar a Dios y no contiende con sus hermanos ni con nadie que tenga que ver con ellos, porque de mi corazón Dios forma una cantidad de efectos que en su momento crean las palabras que él usará para bendecirme o no. Es como si Dios tuviera un apuntador y sus ojos al estar constante mente sobre mí, él entonces anota mis actitudes, mis hechos, lo que pensé y no hice y lo que pensé y debí hacer, en fin, cada gesto, cada palabra crean mi bendición, así Dios al momento de bendecirme, yo puedo tener la plena y total seguridad que lo dicho por Dios, se cumplirá. Queda de mí ser altar para honra de Dios y saber reconocer cuando es Dios quien habla y cuando no.
5- Texto Rhema:
(Ge 13:16) Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada.
Nota: Dios quiere más estrellas de los cielos en la tierra, que polvo de la tierra.
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