DEVOCIONAL: Jueves 22 Octubre 2009

Libro de Genesis Capitulo 16:1-16

Estudio personal de la sagrada y poderosa

palabra de Dios

 

 

1- Mensaje de Dios para hoy:

Agar venía de Egipto, y todo lo que viene de Egipto debe ser rescatado y orientado a un mejor camino, de sujeción obediencia y lealtad. (Ge 16:9).

2- Promesa de Dios para hoy:

El que ve, hoy será mi escudo y de él vendrá mi sabiduría para discernir entre lo que debo hacer y que no.

3- Mandamiento a obedecer:

Acciones desesperadas siempre traerán consecuencias no esperadas. Debo ser paciente en las promesas de Dios.

4- Aplicación personal:

Desde un punto de vista personal, estoy convencido que todo cuanto sucede en mi vida, Dios lo ordena y usa, no solo para mi formación, sino para llegarle a otras personas, de alguna forma veo, que lo que en el pasado me dio alivio, luego, por un tiempo me oprimió y vino palabra de Dios a través de un hombre y me libero Dios de esa opresión. En los primeros versos de este capítulo veo la aplicación a esto que digo, Agar venía del lugar donde seria esclavo el pueblo de Dios: Israel. Pero Agar le fue de alivio temporal a Sarai y Abram complació el ruego de su mujer, lo que más tarde traería importantes conflictos a sus vidas. Así mismo me sucedió a mí, en diferentes aspectos de mi vida, cuando en un pasado ya lejos, yo hacía cosas que me aliviaban un rato, resultaban luego ser grandes problemas y terminaba yo esclavo de eso. Pero gracias a mi señor Dios y salvador, que cuando yo pensaba que debía huir y escapar, el vino y orientó mi vida. No apoyando mi actitud sino dándome dirección nueva y redimiendo lo que yo hice para convertirlo en bueno, solo que, venían cosas implícitas con ello a lo que yo no podía escapar.

La mano de dios se mueve en perfecta armonía con sus propósitos para mi vida, queda de mí luchar por traer ese Israel a ser libre y honrar a Dios.

5- Texto Rhema:

(Ge 16:8). Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora.

Nota: hay momentos tan fuertes de depresión que uno mismo no sabe a dónde ir, pero Dios si sabe a dónde ir, y eso es: a buscarnos.