DEVOCIONAL: Sabado 27 Febrero 2010

Libro Numeros Capitulo 6: 1-27

Estudio personal de la sagrada y poderosa

Palabra de Dios

1- Mensaje de Dios para hoy:

Una vida consagrada a Jehová demanda que yo este apartado de las cosas que Él ya me ha señalado.



2- Promesa de Dios para hoy:

Los estatutos de Dios me guardaran de hacer lo que Él rechaza. (6:3)



3- Mandamiento a obedecer:

El compromiso que yo adquiero, tengo que cumplirlos, como prueba de obediencia y sujeción.



4- Aplicación personal:

Por primera vez me encuentro en la palabra de Dios un texto que me explicara el tema del nazareato. Diciéndome Dios en esto que, solo en su palabra puedo conseguir la información necesaria para formarme como un representante del reino de Dios aquí en la tierra.

Pienso en Juan el bautista, y esa clase que una vez recibí de parte de mi pastor, donde él me enseñaba del nazareato, pero no quiero meterme en lo que el nazareato se refiere, sino en lo que eso hoy por hoy significa.

Para mí eso quiere decir más que consagración a Dios, más que dejar de comer o beber ciertas cosas, eso desde mi punto de vista tiene que ver con una vida consagrada a Dios de una forma más estricta y especifica, porque sé que hay personas que tienen su vida consagrada a Dios, y eso a Dios le agrada, pero Dios aquí me muestra que hay personas a las que Él ha apartado para una tarea específica, y que depende solo de nosotros o mas personalmente; de mi, el respetar, aceptar, cumplir y apreciar esa exclusiva formación de parte de Dios para conmigo o el escogido por Él.

Porque en ninguna parte de la palabra de Dios he leído aun, que Dios cuando hace algo con los hombres o la humanidad, lo ha hecho o lo hará para su beneficio, sino que cuando Dios demanda algo, es para el bien de su pueblo. Esto porque he aprendido que Dios no recibe beneficios de nadie, porque Él tiene todo beneficio y todo poder, mi Dios no necesita a nadie ni a nada. Amen



5- Texto Rhema:

(Num 6:23-27) Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles:

Jehová te bendiga, y te guarde;

Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;

Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.

Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.

Nota: amar mi iglesia me lleva a estremecer lo más profundo de mí, cuando Dios me dice “todo lo que sucede en Rhema y lo que se dice, sucede por el poder de mi palabra”