Libro Numeros Capitulo 1: 1-54
Estudio personal de la sagrada y poderosa
Palabra de Dios
1- Mensaje de Dios para hoy:
Dios organiza su pueblo para la guerra, y en Cristo soy digno de la victoria
2- Promesa de Dios para hoy:
Dios está preparando un ejército que peleará a mi lado, y hoy se venció al enemigo, otra vez.
3- Mandamiento a obedecer:
Debo estar dentro del pueblo de Dios para cuando Dios establezca autoridades.
4- Aplicación personal:
El libro de los Números debe su nombre a los diversos censos mencionados en él. Esto lo encontré después de una corta investigación en la red, porque siempre me ha fascinado, la manera en que Dios permitió o inspiro el orden de su palabra.
Al comenzar yo a adentrarme en este génisis del estudio de este libro de los números, comienzo a percibir, lo que podría ser el inicio de una muy importante travesía, porque este libro lo encuentro hablándome de preparación de ejércitos, de censo, de príncipes, etc. dispuestos no solo a pelear por Israel, si no a dar sus vidas por su pueblo. Cosa que me lleva a creer firmemente que Dios me quiere organizado y alineado a una autoridad.
Cosa que en el pasado me era estorbo en mi temperamento y carácter, viniendo en estos días, la exigencia en las consecuencias de dicha ausencia de orden y sujeción. Pero gloria sea a Dios quien a tiempo me hace reflexionar y entender la tan grande importancia que tiene, el estar ordenado, el ordenar, y aun mas, el preservar dicho orden continuamente en mi vida.
Eso para los tiempos en que debo salir a la batalla del día a día, o los quehaceres laborales, mas para la batalla que se pelea de rodillas, eso es otro tipo de organización que habla del estudio constante y sistemático de la palabra de Dios, así como el buscar la orientación de quienes tienen la autoridad y correcta información para hacerlo. Si Moisés y Aarón no hubiesen aceptado la guía de Dios para esos tiempos, Israel no existiría hoy, es por eso que yo debo aceptar la guía de mis pastores hoy, para poder existir mañana.
5- Texto Rhema:
(Un 1:51) Y cuando el tabernáculo haya de trasladarse, los levitas lo desarmarán, y cuando el tabernáculo haya de detenerse, los levitas lo armarán; y el extraño que se acercare morirá.
Nota: puedo ser de uno del pueblo de Dios, pero si me meto a hacer lo que no estoy autorizado a hacer, la muerte esta a la puerta.
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